La tasa de refresco es aspecto mucho más importante de lo que se cree. De esta manera, y gracias a la ampliación del mundo gamer, se ha convertido en uno de los grandes puntos a considerar. Sobre todo, cuando se busca comprar dispositivos móviles con la intención de jugar.

No obstante, muchos desconocen la relevancia que tiene este valor, sobre todo al momento de garantizar la calidad de imagen en una pantalla. Entonces, ¿Sabes qué es y cómo funciona? Si sucede que no conoces nada acerca de la tasa de refrescamiento, aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta.

¿Qué es la tasa de refresco y cómo funciona?

Para poder entender mejor qué es la tasa de refresco, es preciso explicar cómo funciona una pantalla. Y es que, aunque pueda parecer que se mantiene encendida el tiempo que la usamos, lo cierto es que esta misma se apaga y prende constantemente.

Es decir, que la pantalla muestra una imagen, y se apaga, luego muestra otra imagen, y se apaga nuevamente, y así constantemente. Es nuestro ojo el que hace que no se noten estos constantes parpadeos, un fenómeno conocido como “Persistencia retiniana”.

Por su parte, los hercios son las unidades empleadas para medir la periodicidad con la que esto sucede, siendo esta una medida de frecuencia. Entonces, cuando hablamos de tasa de refresco, nos referimos a la cantidad de veces que una pantalla se prende y se apaga por cada segundo.

Tomando como referencia el estándar de los móviles, las pantallas suelen tener una tasa de refrescamiento de 60 Hz. ¿Qué quiere decir esto? Que las mismas pueden prenderse y apagarse una 60 veces por cada segundo que pasa.

Esto puede aplicarse en diferentes dispositivos. Es decir, no solo en las pantallas de los móviles, sino en cualquier otra, como televisores y monitores.

¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de una tasa de refresco elevada?

Como ya se mencionó con anterioridad, la tasa de refresco define la cantidad de veces que una pantalla puede parpadear por cada segundo que pasa. El estándar en dispositivos móviles y otros es de 60 Hz, pero, existen modelos que ofrecen un índice más elevado.

Es decir, que existen teléfonos, monitores o televisores con tasas de refresco de 90 Hz y 120 Hz. Ahora bien, ¿Cuál es la diferencia? Aunque para algunos pueda ser imperceptible, un nivel de refrescamiento alto permite que el movimiento de la imagen se vea más fluido, lo que mejora notablemente varios aspectos.

Sin embargo, no todo es positivo cuando se trata de una tasa de refresco alta, ya que el aumento de la misma requerirá un mayor esfuerzo del procesador en conseguirla. Así, se entiende que, a mayor nivel de refrescamiento, más óptima será la imagen, pero habrá un mayor consumo de batería.

Mejora de los dispositivos y juegos para celulares

En un comienzo, la optimización de los móviles con respecto a este punto era un poco deficiente. Pero, con el tiempo se ha logrado controlar los puntos débiles, consiguiendo ejemplares mejor optimizados para soportar grandes frecuencias de refresco.

Asimismo, los juegos han liberado su código para que estos corran a una tasa más alta que la estándar de 60 Hz. Como resultado, los dispositivos ya no tienen que sobrellevar la distribución de Hz de pantalla por cada fotograma, haciendo que sean más compatibles con los diferentes títulos.